Todo empieza, todo tiene un comienzo, y entre las sombras de la acción de empezar se esconde explícitamente que todo termina.
Nadie sabe con plena seguridad el hecho detonante que conlleva a que empiece algo, pues se tienen que dar una serie de circunstancias y factores para que surja. De la misma forma desconocemos porque todo termina.
Pero podemos suponer que si se tuvieron que dar unas condiciones para que surgiera el inicio de una acción o situación, cuando esas variables ya no son las mismas, sino otras, dicha acción o situación tendrá fin, pues las condiciones en las que surgió son distintas.
Un final, supone un comienzo, de la misma forma que el comienzo supone el final, después de leer un cuento nos consuela saber que habrá otro que leer, y cuando este termine tanto con final feliz como en tragedia, podremos empezar otro, y así sucesivamente, y después de cada uno de ellos quedara el vago recuerdo de una historia, una moraleja o incluso una experiencia. Y todos y cada uno de esos cuentos que leamos formaran parte de la biblioteca de nuestra vida.
Realmente todo empieza cuando dos insignificantes células empiezan a dividirse a velocidades de vértigo, y todo termina cuando miles de millones de células dejan de realizar su función, nos consuela pensar que habrá una segunda parte, o una segunda edición, pero realmente es que después de este capítulo ni siquiera hay notas de autor, solamente es un libro en las estanterías de los corazones de aquellas personas que nos recuerdan.
-Cuber-
1 comentario:
me gusta ;)
Publicar un comentario